Luces, cerveza y… Narco!!! El pasado 30 de noviembre la sala madrileña La Riviera recibió con los brazos bien abiertos a los sevillanos en su último paso por la capital.
A pesar de la lluvia y el frío, todo estaba listo para comenzar con un: “familia, domingo, bautizo, cuñado…”. El ambiente hablaba por si solo y no cabía mayor gozo en la sala. A penas a las siete y media de la tarde abrían puertas para recibir a todo el público ansioso que esperaba bajo la lluvia en la capital. Había nervios, ganas, e incluso tristeza por la gran despedida que los Narco habían preparado en Madrid.
Como duendes alocados salieron al escenario para recibir a las numerosas personas que tenían clavadas las miradas en ellos. Al fin y al cabo, Madrid es la segunda casa de estos sevillanos adictos a su música y a su público. “Ahí fuera” era el segundo tema encargado de dar voz a ese montón de asistentes que no se querían perder ni un segundo de la tan esperada cita. No cabía ni un alfiler y la temperatura iba en aumento según iban pasando los segundos.
Saltos de desenfreno, cánticos al unísono alabando a los andaluces y un arrope enorme por parte de todxs lxs presentes. “Portero” fue el tema con el que Jota salió al escenario para acompañar a la banda. No había mayor cariño y buen rollo sobre las tablas. Lo mismo sucedió con “Anticrista”, cuando Tinatha formaba parte también de aquel alto de La Riviera. Narco no cabía en aquella sala del gentío, de las vibraciones y de las notas sonando a lo bestia, pues toda una gran temporada haciendo vibrar hasta las pestañas, se iba a acabar (por el momento) en aquella noche madrileña.
Como no, El Coleta y Ana Curra no podían faltar en esta cita tan especial y esperada. Con los temas “Dame Argo” y “Extasis místico” daban juego, una vez más, a la puesta en escena de estos inquietos sevillanos. El público estaba que se salía. Gente en hombros brincando y pogos al más puro “estilo Narco”. Un final de mes perfecto, un temporal de frío y lluvia fuera, pero un calor extremo dentro de esas paredes.
El Penitente y DJ Muerte no se quisieron perder tampoco esta rompedora noche, y salieron a interpretar los temas “Dios de madera” y “Seke6”. Todo un juego de ritmos, notas alocadas y reividincativas que más de uno y de una se bailaba como si no hubiera un mañana. Si, Madrid estaba de fiesta de despedida. Un “adiós” que muchos y muchas no querían que llegara.
Era el turno de “Kimikaze” y “Siempre enmarronao». Def con Dos no podía faltar esa noche y acompañó a Narco en pleno éxtasis nocturna. La Riviera no cesaba y las piernas de todos y todas las allí presentes a penas paraban quietas para recibir a Cesar Strawberry.
Eran extremadamente espectaculares las sensaciones que salieron a relucir aquel treinta de noviembre en la capital. Con “Cree en Dios” y “Ambiente cadaver” también hubo sorpresas. Chato salió al escenario rompiendo tarima y dejando bien claro quién mandaba ahí. Los Narco estaban espléndidos y rompedores, como siempre. Y cada invitado e invitada que salía a escena, hacía crecer esas emociones tan bestiales.
Como no, mencionar también la actuación que los de Sevilla dieron con el mitiquísimo Chimo Bayo. En aquella noche no había cabida para la edad. Todas las miradas se clavaron en el tan querido Chimo cuando apareció de entre los interiores de La Riviera para interpretar el tema “Actívate”. El público, partiéndose el cuello todxs a la vez, estaba en plena cresta de la ola nocturna madrileña.
Numerosos invitados e invitadas formaron parte de esta fiesta organizada en la capital. Reincidentes y Space Surimi también se subieron al barco de la locura con “Huracán” y el tan querido “Yoni el robot”. Todo parecía un mundo paralelo, una realidad desenfrenada sin normas ni tapujos.
Pero la fiesta en La Riviera estaba llegando a su fin. Sin embargo, las notas de “Chispazo” y “Puta policía”, fueron las encargadas de poner el broche final a una noche que, para muchas y muchos, quedará para el recuerdo. Por mucho que (de momento), dejen los escenarios, Narco no se apagará nunca.
Volverán con las pilas bien cargadas y las pistolas a punto para seguir dando leña y reventando cualquier escenario que pisen. Porque estos andaluces tan queridos siempre mantendrán sus puños en alto, con la mercancía siempre a punto y convirtiendo cualquier concierto, en una caja de locura y desenfreno en el que nada ni nadie impedirá difundir su palabra.
Texto y Fotografías: Inma García de la Rosa Zamorano