[Crónicas de Conciertos] LaZurda + Revolta Permanent en Sala Independance, Madrid (28/02/20)
Año bisiesto. Penúltima noche del mes de febrero. Una noche fría pero cálida a la vez. Cálida como de estar en familia, entre risas, cervezas, vinos y más de una mirada cómplice. La hora de Revolta Permanent se acercaba con apetito para abrir boca y dar comienzo a una fiesta cuanto menos exótica. Tanto que a la par se iban notando las gigantes pisadas de LAZURDA adentrándose en las calles madrileñas. Era pura magia, pues la Sala Independance de Madrid no cabía en tanto gozo recogido aquel 28 de febrero.
Luces preparadas, instrumentos listos y ¡Boom! Allí estaban los ocho, llenando el escenario con su bien y, quizás, alocado estar. No hacía falta que el garito estuviera a reventar. Era el momento, el sitio y la hora perfecta para disfrutar de estos creadores de música y de vida, viendo cómo se dejaban la piel sobre el escenario.
Con un “Que no me tapen la boca”, la Independance se adentró en el zurdo mundo de la locura combativa en la que ellos mismos reflejan, con cada letra y palabra que conforma el tema, la pura realidad en la que estamos inmersos. Así es, una clara denuncia ante las censuras que, estoy segura, toda y todo aquel presente en ese preciso momento, era capaz de entender y captar a la perfección sin importar nada más. Bailes, cantos al unísono y LAZURDA sobre las tablas.
“Nunca se fueron” y “La Patria” fueron los siguientes temas en hacer ruido de lucha y grito social aquel viernes en Madrid. Calidad musical máxima, sonidos que llegaban hasta lo más interno del sistema auditivo y mucha conexión. Conexión entre ellos, entre los ocho que componen la banda (con invitados) y conexión con el público. Caras conocidas y no tan conocidas. Besos, pogos, algún/a tímido que se quedaba al fondo divisando el panorama, pero estaba ahí; viendo como a estos gamberros artistas se les iluminaban los ojos contemplando ese evento tan íntimo.
Desde abajo, era maravilloso poder saborear cada nota que daban vida a los temas. Con “Hijas del desorden” y “Horizonte”, el público estaba en pleno éxtasis nocturno. Era casi imposible no sacar el lado más bestia de cada uno/a y dibujar en el aire gestos de rebeldía, inconformidad y diversión. Tanto, que con “Sangre” se desató la locura.
La inocencia violada por un credo. La injusticia secuestrada por quienes nos prometieron… El desequilibrio social en el que nos vemos inmersos y las injusticias sociales dieron alma y voz aquella noche de febrero para que la Sala Independance se dejara llevar y, por supuesto, LAZURDA sacara su voz interior más sincera.
En plena euforia zurdaniana, con los pies a medio volar y con una sensación de libertad extrema gracias a las composiciones que esta banda ha creado, lxs allí presentees no cabían en sí. Una noche sin tapujos ni censura; sin miedos ni escondites. LaZurda se desnudaba sobre el escenario y, con ellos, todxs lxs asistentes que decidieron pasar una velada atractiva y desatada.
Pero ese momento tan adictivo llegaba a su fin. Un “Sácalo” que desenvolvía a cualquiera y un “Resistimos” lleno de furia y rabia fueron los encargados de cerrar la noche. Una noche en la que Toni, Roi, Óskar, Cerbass, Toño, Gonzo y compañía decidieron dar lo mejor de cada uno y plantarle cara al sistema en el que vivimos cantando a los cuatro vientos que ellos están aquí, y que han nacido para quedarse.
Texto y Fotografías: Inma García de la Rosa Zamorano