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MJ LENDERMAN – ‘Manning Fireworks’

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A sus 25 años, MJ Lenderman ya ha construido una carrera que muchos músicos podrían admirar, no por el éxito comercial, sino por la riqueza artística. Ya sea como solista, como guitarrista de Wednesday (la banda de su pareja, Karly Hartzman), o colaborando con otros artistas como Waxahatchee, este joven de Carolina del Norte ha demostrado ser uno de los músicos más versátiles de su generación.

En Manning Fireworks, su cuarto álbum en solitario y el primero lanzado bajo el sello ANTI-, Lenderman muestra una madurez impresionante. No es fácil decidir si destaca más como compositor, cantante o guitarrista, ya que en estas nueve canciones toca casi todos los instrumentos, con excepciones en algunas partes específicas. Aunque con Wednesday apuesta por un sonido más denso, en este disco opta por una propuesta más tranquila y reflexiva, sin perder un ápice de intensidad emocional.

El sonido del rock americano y el country, que en Wednesday es solo una parte del conjunto, aquí se convierte en el corazón de su música. Aun así, Lenderman no se aferra a lo tradicional: adornos de pedal steel, violines y piano aparecen junto a guitarras distorsionadas y atrevidos experimentos sonoros, como los cinco minutos de retroalimentación en ‘Bark At The Moon’. Además, sus letras están llenas de referencias contemporáneas, como cuando menciona haber estado tocando el famoso tema de Ozzy Osbourne en Guitar Hero en la misma ‘Bark At The Moon’.

Como Kurt Vile, con quien comparte una forma de cantar despreocupada pero cautivadora, Lenderman parece tomar como principal influencia a Neil Young. Sin embargo, mientras Vile evoca el espíritu de On The Beach, Lenderman se inclina más hacia el estilo de Zuma con Crazy Horse. El tono crudo de sus guitarras y la precisión de sus solos, como los que aparecen en ‘On My Knees’, ‘Wristwatch’ o ‘Rudolph’, reflejan claramente esta influencia. Ya sea en momentos de calma con canciones como ‘Rip Tom’ o en momentos más dinámicos como la contagiosa ‘She’s Leaving You’ (donde Karly Hartzman contribuye con la voz en seis de los temas), este álbum es una joya que merece ser atesorada.