Hace 14 años tuve la oportunidad de poner en la radio una canción de Berri Txarrak como locutora, apenas los conocía, y en aquel momento no era consciente de cómo iban a formar parte de mi vida. 14 años después he podido ver cómo se despedían a lo grande ante 20.000 personas en Bilbao. El concierto que Berri Txarrak ofreció en Kobetamendi el pasado 14 de julio supuso un momento único para todas las personas que acudimos a verlos.
Es increíble ver cómo 3 personas pueden llenar un escenario, hacerlo suyo, compartirlo con grandes artistas y ofrecer un concierto de más de 3 horas. Berri Txarrak no quiso que ese día se celebrase un concierto normal y corriente, además de contar con la presencia de amigos en el escenario, contaba con 20.000 amigos más en el público.
Lo vivido ese día quedará grabado a fuego en la historia del rock, una jornada que se convirtió en un minifestival euskaldun, donde vivimos el concierto más multitudinario de un grupo vasco. Berri Txarrak se han ganado a pulso un sitio entre los más grandes de la música de este país.
Desde bien pronto comenzaba la fiesta en Kobetamendi. El recinto que albergó el BBK Live los días anteriores, se iba llenando horas antes del concierto estrella para poder disfrutar de actividades y actuaciones de diferentes grupos que tuvieron la oportunidad de demostrar su valía en un escenario como aquel.
Poco después de las 21:00, empezaron a sonar los primeros acordes conocidos. La Broken Brothers Band fue la encargada de abrir el espectáculo tocando un medley de vientos caminando desde la mesa de sonido hasta el escenario. Y tras ellos, Gorka, Galder y David aparecían en un inmenso escenario, para dar comienzo a un recital de 37 canciones. “Beude”, “Gelaneuria”, “Jaio Muska. Hil”, “Izena, Izana Ezina” y “Spoiler” fueron las primeras en sonar, con un sonido imponente y un público completamente entregado mientras el sol iba dando paso a la noche.
El primer invitado en subir al escenario fue Jurgi Ekiza, cantante del grupo Willis Drummond, para colaborar en la canción “Ez dut nahi”. Aritz de Deabruak Teilatuentan lo dio todo en “Iraultza Txikien Asamblada”, y antes de la siguiente colaboración, Kobetamendi vibró con “Zertarako Amestu” y “Libre”. La potente voz de Aiora Rentería de Zea Mays acompañó a Gorka en “Aspaldian Utxitako Zelda” y “Bisai Berriak”.
Marti Perarnau y Ricky Falkner fueron invitados a acompañar a la banda durante 5 temas, el primero lo hizo al teclado y a los mandos de la segunda guitarra se encontraba el productor musical. En “Lemak Aingurak” contaron además con la voz de David Ruiz de la M.O.D.A. Tras unas canciones más tranquilas, volvía el ritmo más duro con “Ikasten”, un tema que hizo saltar a todos los presentes y que dejó el listón alto con “Isiltzen Ba Naiz”.
Pero al público no le dio tiempo a desconectar del concierto ni a bajar el ritmo, ya que Matxet (Jousulouli), hizo aparición para poner patas arriba el escenario colaborando en “Zirkua” y lanzándose al público para disfrutar aún más de esa experiencia.
La siguiente colaboración dejó a todos los presentes impresionados y seguro que con ganas de volver a ver a Facu Díaz a la batería. Él y Toni Mejías, de Los Chikos del Maíz, subieron al escenario para acompañar al grupo en “Betiko Leloa”. Leire de Iseo fue la encargada de dar el toque de rap y melodía en “Biziraun”. Tras ella, Matt Sharp, ex bajista de Weezer, disfrutó en el escenario cantando dos temas, “Friends of P”, cambiando la “P” por la “B” que llevaba en una camiseta, y “FAQ”, canción que grabó con Berri Txarrak en el disco “Haria”.
Una de las cosas que nos llevaremos para siempre los que pudimos vivir ese día, fue una versión de “Oreka” tan especial como la que hicieron Anari y Karlos Osinaga (Lisabo). Tras ella, el grupo navarro siguió deleitando a los presentes con “Bueltatzen” y “Zuri” para dar paso a una de las colaboraciones más emocionantes de la noche.
Como bien dijo Gorka, se trata de una canción “que ha supuesto un hito en el rock vasco”, no podía ser otra que “David eta Goliath” de Su Ta Gar. Mientras sonaba, todo el mundo esperaba a que saliese al escenario Aitor Gorosabel, guitarrista y cantante de la banda. Sin duda fue uno de los momentos más épicos de la noche que se quedará grabado a fuego en todos lo que estuvimos presentes. Y el momento del éxtasis fue cuando, a continuación, Aitor continuó en el escenario y acompañó a la guitarra en “Oihu”.
Tras un cambio de tercio y entrar en un formato más acústico, pudimos ver a Gorka cantar “Min hau” junto a su hermana Nerea Urbizu al piano. Y después escuchar a El Drogas acompañar en una gran versión de “Maravillas”.
Pero quedaba el remate final, ese que nos iba a dejar a todos exhaustos física y emocionalmente. El trío de Lekunberri se volvió a subir el escenario para cerrar un concierto de más de 3 horas tocando “Ikusi Arte”, “Denak ez du balio” y “Katedral bat”, canción que se ha convertido en todo un himno.
Pocas palabras definen lo que se vivió ese día en Kobetamendi, que por unas horas se convirtió en el epicentro musical donde uno de los mejores grupos de rock que existen en este país se estaba despidiendo.
Quedan conciertos por ver de este Ikusi Arte Tour y hay más ocasiones para seguir despidiendo a Berri Txarrak, pero cuando llegue el momento de esa última actuación, algo desaparecerá del panorama musical y nos quedaremos un poco más vacíos. Sin duda su legado seguirá y la calidad de su música y sus letras nos acompañará siempre.
Texto: Argiñe Alonso Careaga
Fotografías: Atreyu Makeda