- Por Sebastián Usher
- noticias de la BBC
Una explosión dañó una base militar en Irak que albergaba a militantes proiraníes, matando a una persona e hiriendo a otras ocho, dijeron funcionarios de seguridad allí.
El ejército iraquí dijo que no había drones ni aviones de combate en la zona antes ni después del bombardeo.
Pero la organización militante involucrada, las Fuerzas de Movilización Popular (PMF), atribuyó el ataque.
Esto se produce en medio de crecientes tensiones entre Israel e Irán.
El PMF es una organización coordinadora que incluye varias milicias proiraníes que han formado parte de una red de representantes que Teherán ha utilizado para promover sus intereses en todo Oriente Medio a lo largo de los años.
Esos militantes han atacado al personal y los intereses estadounidenses en Irak varias veces en el pasado, tratando de obligar a las tropas estadounidenses restantes a abandonar el país. Estados Unidos continúa atacando a los militantes.
Sin embargo, el Pentágono se apresuró a negar cualquier implicación en el incidente.
Se produce cuando el conflicto de larga data entre Israel e Irán ha pasado recientemente a una fase nueva y más peligrosa en medio de tensiones intensificadas por la guerra en Gaza.
A diferencia de la guerra en la sombra que llevan años librando, los dos países parecen haberse atacado directamente entre sí en su territorio.
Se cree que el ataque israelí se llevó a cabo la madrugada del viernes cerca de la ciudad iraní de Isfahán.
El ataque fue una aparente respuesta a un importante ataque con drones y misiles lanzado por Teherán contra Israel seis días antes.
La operación iraní fue en respuesta a un ataque anterior contra altos comandantes militares iraníes en la capital siria, Damasco, que se cree ampliamente que fue llevado a cabo por Israel.
Si bien el conflicto parece estar algo contenido por ahora, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán ha advertido que Irán ofrecerá una respuesta inmediata y «máxima» si Israel lanza ataques significativos contra sus intereses.
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La explosión ocurrió la madrugada del sábado en la base militar de Kalso, a unos 50 kilómetros (30 millas) al sur de Bagdad, dijo el ejército.
Un miembro de las PMF murió y ocho resultaron heridos en la explosión.
Las PMF dijeron en un comunicado que su jefe, Abdul Aziz al-Muhammadavi, había visitado el lugar para revisar lo que los investigadores habían encontrado hasta el momento.
El ejército iraquí dijo que estaba investigando la causa de la explosión y el incendio en el lugar.
«El informe del Comando de Defensa Aérea confirmó mediante esfuerzos técnicos y detección de radar que no había drones ni aviones de combate en el espacio aéreo de Babylon antes y después de la explosión», decía un comunicado.
En una publicación en X, anteriormente conocido como Twitter, el Comando Central del ejército estadounidense negó que Estados Unidos hubiera llevado a cabo ataques aéreos en Irak.
