[Crónicas de Conciertos] La Gossa Sorda + Fhin Brau en Sala Lemon, Madrid (14/11/14)
Eran las nueve de la noche. Un coche de policía aparcaba en la Avenida de Brasil, frente a la madrileña Sala Lemon Music. La gente, aún en las inmediaciones del local, terminó por movilizarse a pesar del escaso interés con el que la autoridad actuó. Aunque las entradas ya estaban agotadas, más de uno mantuvo la esperanza de conseguir una en taquilla. Y, sin embargo, cuando arrancó Fhin Brau, en la sala aún era posible estar (más tarde entenderéis por qué).
Los madrileños abrieron boca con un personal gusto por el ska más clásico (lo cual siempre es bien recibido cuando parece que muchos se han olvidado las raíces). Fhin Brau supieron empezar un concierto que ya prometía desde antes de empezar. Con una decena de componentes y una buena puesta en escena, los protagonistas indiscutibles del directo fueron los cuatro vientos (Saxo, trompa, trombón y trompeta), que absorbían toda la atención al oído y a los ojos. Fhin Brau fue, sin duda, el aperitivo ideal previo al plato fuerte.
Después de una hora, Aire abría un directo inimaginable. La Gossa Sorda abría de forma feroz que fue de menos (si es que se puede considerar menos) a más, con la ya citada Aire, seguida de De cara a la paret y una potente Respira, una de las más míticas canciones de la banda y precedida por dos de los grandes temas de su último disco: La Polseguera. El cuarto tema, Babaloco (de su cuarto LP, L’últim heretge), volvió de nuevo a los orígenes de la banda para retornar con dos temas originales: El pecat original y Esbarzers, dos de sus temas más bailables nacidos este 2014.
Cassalla paradise, Camals mullats y la legendaria Senyor pirotecnic marcaban la mitad de un concierto que prometía fiesta y lo cumplió a rajatabla. Es entonces cuando el público comprendió por qué las entradas se habían agotado: no había lugar de la sala donde alguien no estuviera bailando.
La recta final vino marcada por Dona D’Aigua, una reconocida Entre canuts, Falsos i absurds y Diuen, un trío de canciones añejas que, tras La Polseguera, cerrarían el brutal directo de los valencianos con Farem Saó (Saó, 2008).
En definitiva, La Gossa Sorda en directo es uno de esos grupos que, aunque no los conozcas, disfrutas como el que más. Prometían y dieron más que eso: una fiesta que la audiencia supo saborear como si fuera la última; para después salir preguntándose ¿cuándo dices que vuelven por Madrid?
Texto: Francisco Javier Fernández Imaz
Fotografía: Elena Mora Navas