Críticas de Discos

[Crónicas de Conciertos] Sahara Festival 5, Ciudad Real (21/08/18)

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Un año más llegaba una de esas citas veraniegas que no nos gusta perdernos en Ciudad Real. El Sáhara Festival celebraba su quinta edición el martes 21 de agosto en el Auditorio La Granja y hasta allí nos desplazamos para disfrutar de una buena noche de música en directo con un puñado de artistas de la zona.

Las puertas del recinto se abrían cuando pasaban unos minutos de las 20:30 horas y entrábamos a este espacio donde ya se ultimaban los detalles para que poco después diesen comienzo las actuaciones. Los encargados de abrir la jornada eran la batucada Tutraka, quienes ocuparon el centro de este recinto para darnos una dosis rítmica que sería ideal para calentar el ambiente de esta noche veraniega.

Tras ellos arrancaría el segundo de los escenarios que ya el año pasado pudimos disfrutar, un espacio más íntimo donde el trío que forman Gromer Band en set acústico con el que representaron a la Escuela de Música Moderna de Ciudad Real, que también quiso estar presente en este festival.

La música no pararía en toda la noche, dirigiéndonos seguidamente al escenario principal de este auditorio para volver a encontrarnos con El Parri. Tras disfrutar de su directo 24 horas antes en el Parque del Gasset, volvía a repetir formato para presentar lo mejor de su repertorio ante un público que seguía aumentando y llegaría a superar las 350 entradas a lo largo de la noche.

Aunque el público debía ser mas numeroso en eventos como este y al final, todos los que allí estamos acabamos siendo conocidos, nuestra única preocupación fue disfrutar del cartel que nos habían preparado en esta edición. Paco fue el siguiente en pasar por el escenario, quien se acompañó de guitarra, melódica y trompeta, así como la colaboración de Felipe Jiménez (Viejo Den) para dejarnos algún que otro cover y temas propios.

La noche se iba poniendo cada vez más seria y ahora llegaba el turno de Mala Fortuna, una de esas bandas más típicas de la capital que no quiso dejar pasar la oportunidad de aportar su granito de arena a este evento. «Álzate», «Mala Fortuna» o «Demasiados» fueron los primeros de un set breve pero acertado. Sonaron «Los Colegas» y «Donde vamos la liamos» antes de despedirse con tres más: «La Ruleta», «Bailando hasta el amanecer» y «Nos vemos en los bares». Este cuarteto demostró los años que llevan a sus espaldas y aquello de que siguen siendo fieles a su estilo.

Tras una nueva muestra de Tutraka llegaba otro de los platos fuertes de esta edición del festival. Los Konmozión Zerebral están de nuevo en los escenarios y llegaban desde Corral de Calatrava para repasar lo mejor de su discografía. «A lo nuestro» dio el pistoletazo de salida, superando algunos problemas técnicos en ambas guitarras mientras seguían «Despertar ya» o Su más reciente «Volver».

Este llegó antes de «Volver a Empezar» y «Guilliver», donde contaron con la colaboración de Alejandro Cerro. El tiempo pasaba muy rápido y el interludio «A nice walk through a minefield» nos llevó al tramo final, donde esperaban «Culpables» y ese popurri tan clásico de La Polla Records que siempre suelen colar en sus actuaciones. La despedida la marcaron «La revolución que viene» junto a «Y sigo aquí». Los Konmozión han demostrado volver a las tablas en un buen estado de forma. Esperemos que tras estas buenas sensaciones que les está dando el 2018 sigan de forma estable con este proyecto.

La noche no había acabado, pues ahora era Nerea Zárate quien tenía su turno en ese pequeño escenario que fue perfecto para firmar un directo cálido donde sólo necesitó acompañarse de su guitarra para llegar hasta los que allí estábamos.

Y para cerrar este quinto Sáhara Festival nos quedaba Raízes. La banda jugaba en casa, aprovechando para tirar de su repertorio más conocido donde resaltan «No estoy loco», «Castillos de arena», «Abandonado», «Dinero» o «La Cabra», con los que se metieron en el bolsillo a todo el público que aun quedaba allí. Llegaron cargados de esa mezcla de rock punk con tintes mestizos que nos llevó hasta las 2:30 hrs. de la madrugada, con los que se cerraba esta edición del festival.

El Sáhara Festival sigue vivo y no olvida a ese pueblo que lleva más de cuarenta años olvidado en el desierto argelino mientras los países que pueden hacer fuerza para resolver este conflicto siguen mirando hacia otro lado. Mientras tanto, nosotros seguiremos recordándoselo cada día para que no olviden que queremos que todos los pueblos sean libres.

Texto y Fotografías: Francisco M. Peco