El jueves 16 de enero The Toy Dolls inició su gira española en la Sala But de Madrid, en la que celebraron sus 40 años en los escenarios. En esta pequeña gira vinieron acompañados por el grupo catalán Crim, así que el resultado fue un sold out bien merecido.
La banda de punk-rock estuvo muy emocionada y dieron su agradecimiento por formar parte de esta pequeña gira de The Toy Dolls. No obstante, hay que decir que no fueron unos simples teloneros, estuvieron más que a la altura de los británicos.
“Potser no hi ha final” abrió el telón punk de la noche, y a continuación se marcaron temazos como “Caiguda lliure y “Una canço i una promesa”.
Lo que más me gusta de Crim son sus letras, llenas de crítica, como en “Hivern etern” que hace referencia al artículo 47 de la constitución, que nos otorga el ‘nulo’ derecho a disfrutar de una vivienda digna.
Personalmente un tema que me sorprendió mucho escuchar en directo fue “Blau sang, vermell cel”, ya que tiene una bajada de ritmo al final de la canción en el que de repente suben los instrumentos junto con la voz desgarrada del cantante, y en el directo les quedó brutal.
Terminaron con el himno con el que conocí a esta banda, “Castells de sorra”, que nos anima a seguir con nuestros sueños y a que este sistema no nos corrompa y acabe con lo que somos.
El público fue muy intergeneracional y dio a entender que venían a por el grupo principal de la noche. Esto se notó bastante en el ambiente, ya que hubo poca gente animada con Crim. Aunque intento que pensar que esas personas acabaron el concierto conociendo a una gran banda que tiene mucho por dar todavía.
Terminado el primer bolo, la sala se empezó a llenar, y en el ambiente rebosaban las camisetas amarillas, así que era el turno de The Toy Dolls. Identificados sobre todo por su vestuario estrafalario, salieron al estilo de siempre, con trajes y gafas de colores. Empezaron con “Fiery Jack”, seguida de canciones como “Bitten By A Bed Bug” o “Dougy giro”. También sonaron algunos temas del último disco “Episode XIII” como “Arthur Clark’s A Dark Horse” y “Benny the boxer”.
Pero el trío británico no solo se limitó a tocar, el espectáculo estuvo presente en todo momento. Empezaron este show con un humo que tapó todo el escenario en “I’ve got asthma”. Y a partir de ahí no pararon de entretener al público con gafas de colores, una cerveza gigante o la clásica guitarra ‘giratoria’.
La alegría y el baile estuvieron presentes en toda la sala, en cualquier rincón la gente daba saltos. Y es lo que pasa con los grupos que llevan tantos años en los escenarios, que la añoranza de tiempos pasados hace que todo sea más especial. El momento más especial vino con la canción más mítica de la banda, “Nellie the elephant”. Y es que, ¿a quién no le han puesto este hit en un pub y lo ha dado todo?
El cantante y guitarrista Michael Algar, conocido como ‘Olga’, no dijo muchas palabras, pero hubo un momento bastante gracioso en el que preguntó al público: “¿nos estamos haciendo demasiado viejos para esto, o sois vosotros los que os estáis haciendo demasiado viejos para venir aquí?”. Y quizás la respuesta sea un remix de la pregunta.
Para cerrar el espectáculo, Olga sacó una guitarra triple y tocaron canciones como “Dig that Groove baby” y “Glenda and the test tube baby”. El tema para terminar este concierto lleno de nostalgia fue “Idle gossip”, al que acompañaron con globos de colores para el público.
No creo que a The Toy Dolls les quede mucho camino por recorrer en los escenarios, ya que 40 años pesan, aunque nunca se sabe. Esto nos lleva a pensar que hay muchas bandas ahí fuera por las que apostar como Crim. Así que sigamos escuchando mucho punk-rock, ya sea desde la diversión o la crítica.
Texto y Fotografías: Maria Luisa Calvo