Los Boeing 787 Dreamliners se construirán en la planta de ensamblaje de la aerolínea en North Charleston, Carolina del Sur, en 2023. John Barnett alegó que las prácticas de fabricación de Boeing eran laxas y que los gerentes presionaron a los trabajadores para que no documentaran posibles defectos y problemas.
Juliet Michel/AFP vía Getty Images
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Los Boeing 787 Dreamliners se construirán en la planta de ensamblaje de la aerolínea en North Charleston, Carolina del Sur, en 2023. John Barnett alegó que las prácticas de fabricación de Boeing eran laxas y que los gerentes presionaron a los trabajadores para que no documentaran posibles defectos y problemas.
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La policía de Charleston, SC, está investigando la muerte de John Barnett, un ex gerente de control de calidad de Boeing que se convirtió en denunciante cuando hizo públicas sus preocupaciones sobre graves problemas de seguridad con los aviones comerciales de la compañía.
El cuerpo de Barnett fue encontrado en un vehículo en el estacionamiento de un Holiday Inn en Charleston el sábado, dijo la policía. Un día antes, testificó sobre una serie de problemas que dice haber identificado en una planta de Boeing que ayudó a inspeccionar el 787 antes de ser entregado a los clientes.
La policía dijo que enviaron agentes al hotel para realizar un control de bienestar porque el público no podía localizar a Barnett, quien había viajado a Charleston para testificar en su caso contra Boeing.
«A su llegada, los agentes encontraron a un hombre dentro de un vehículo con una herida de bala en la cabeza», dijo la policía en un comunicado enviado a NPR. «Fue declarado muerto en el lugar.»
Barnett, que vivía en Luisiana después de retirarse de Boeing, murió de una «herida de bala autoinfligida», dijo la oficina del forense del condado de Charleston, Bobby Joe O'Neill.
La policía de Charleston dijo que los detectives están investigando activamente el caso y están esperando una causa formal de muerte mientras intentan determinar las circunstancias que rodearon la muerte de Barnett.
Everett, lavado. Y Barnett, que trabajó para Boeing durante décadas en sus plantas de North Charleston, Carolina del Sur, alegó repetidamente que las prácticas de fabricación de Boeing eran laxas y que, en lugar de mejorarlas, los gerentes presionaron a los trabajadores para que no documentaran. Posibles defectos y problemas.
«Estamos tristes por el fallecimiento del señor Barnett y nuestros pensamientos están con su familia y amigos», dijo Boeing en un comunicado a NPR.
Barnett, de 62 años, apareció en los titulares internacionales en abril de 2019 cuando él y otros ex empleados de Boeing. Habló con el New York Times. Sobre lo que llamó problemas de fabricación deficientes en Boeing. Barnett acusó a la empresa de adoptar una cultura que priorizaba las cifras brutas y las ganancias sobre la calidad y, por extensión, la seguridad de los pasajeros.
«Como gerente de calidad en Boeing, usted es la última línea de defensa antes de que un defecto sea revelado al público que vuela», dijo Barnett al periódico. «Nunca he visto un avión que saliera de Charleston al que puse mi nombre y que fuera seguro y estuviera en condiciones de volar».
Cuando apareció el artículo, Barnett ya había presentado una denuncia contra Boeing, diciendo que sus esfuerzos por plantear problemas de calidad y seguridad fueron ignorados y que fue castigada por seguir señalándolos.
Barnett presentó una denuncia contra Boeing a principios de 2017; Su caso contra la empresa irá a juicio en junio, dijo su familia.
«Esperaba con ansias su día en la corte, esperando que eso obligara a Boeing a cambiar su cultura», dijo la familia en un comunicado compartido con NPR por su hermano, Rodney Barnett.
La familia de Barnett dice que se enfermó después de oponerse a su antiguo empleador.
«Sufrió trastorno de estrés postraumático y ataques de ansiedad como resultado de haber estado expuesto a un ambiente de trabajo hostil en Boeing», dijeron, «lo que creemos que provocó su muerte».
Cuando John Barnett fue entrevistado por Ralph Nader En 2019Los problemas de salud continuaron después de su retirada del fabricante de aviones.
«Me costó un alto precio mental y emocional», dijo Barnett, pero su principal objetivo era la seguridad de los aviones que salían de la línea de producción.
«Es suficiente contar mi historia sobre dónde están involucradas las personas adecuadas para garantizar que estos aviones se construyan correctamente», dijo Barnett. «Porque hay 288 pasajeros y tripulación en un 787. Así que lo último que quiero hacer es despertarme por la mañana y ver que el 787 se ha hundido», dijo.
«Quiero decir, eso es todo, me mantiene despierto por la noche», dijo.
